ArtroscopiaLA ARTROSCOPIA: MÉTODO DE DIAGNÓSTICO DE PATOLOGÍAS EN LA RODILLA DEL PERRO Dr. Diego López Nájera LA ARTROSCOPIA PERMITE DETERMINAR PATOLOGÍAS QUE ANTES SÓLO PODÍAMOS DETECTAR CON UNA ARTROTOMÍA. La identificación de la lesión se puede obtener de forma precoz, antes de que aparezcan lesiones degenerativas visibles con otras técnicas diagnósticas como la radiología, reduciendo así las consecuencias negativas para la articulación. Sabemos que es muy importante poder tratar a tiempo las
lesiones del cartílago articular. Cuanto menor es la lesión y antes la tratamos, mejores resultados obtenemos. La artroscopia nos permite observar los cambios de color y de textura que sufre el cartílago antes de que se produzca una herida. Éste es el mejor momento para cortar el proceso de destrucción del cartílago y favorecer las vías anabólicas para la reparación.
La artroscopia de la rodilla está indicada en cojeras con causa localizada en esta articulación, que no presenta evidencias en las radiografías u otras pruebas diagnósticas, y también en enfermedades de la membrana sinovial. Con esta técnica observamos "en directo" los cambios vasculares de la membrana en sus diferentes alteraciones y podemos evidenciar la proliferación de vellosidades sinoviales. Es posible diagnosticar desgarros parciales de los ligamentos cruzados y valorar la incompetencia de un ligamento cruzado anterior. Nos permite inspeccionar alteraciones en los meniscos y en sus ligamentos, estando seguros de que si existe lesión, no ha sido provocada de forma iatrogénica al abrir el espacio articular en una artrotomía. Otro avance en el diagnóstico, supone visionar desgarros y fracturas parciales de los tendones de los músculos poplíteo y extensor digital largo, así como tendinitis crónicas. En más de una ocasión hemos solucionado estos problemas con antiinflamatorios y con inmovilizaciones sin llegar a conocer cual había sido la causa que provocaba la cojera. Es especialmente útil para diagnosticar osteocondritis no visibles con otras técnicas y en la inspección de la cara articular de la rótula en los casos de dolor patelar, tanto en luxaciones crónicas de rótula como en dolores patelares que persisten tras las cirugías de rodilla. También podemos identificar fracturas articulares no visibles en radiología, o descubrir osteofitos de tamaño reducido que sean el agente causal de la cojera. Por último, cabe destacar el beneficio de poder observar las lesiones provocadas en las artritis inmunomediadas.
Dentro de los inconvenientes, contamos con la necesidad de una formación adecuada del artroscopista, que ha de dominar la técnica para no producir lesiones iatrogénicas. El aprendizaje no es tanto para la interpretación de lo que vemos como para el manejo y utilización del instrumental. Seguro que ese tiempo de preparación no es mayor que el que todos hemos tenido que dedicar, y seguimos dedicando, al aprendizaje para la interpretación de radiografías y otras técnicas diagnósticas.
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